La biblioteca es sin duda un espacio sin exclusiones, que se utiliza como refugio de cultura por parte de parte de la población. Desde que se decretara el Estado de Alarma la actividad municipal de la biblioteca en Benavente se ha ido adaptando a las nuevas situaciones sobrevenidas por la pandemia del COVID-19.
En esta ciudad, está ubicada en un lugar privilegiado, el inmueble de la Casa Solita, que con la llegada del curso escolar era un habitual lugar de encuentro para gente de todas las edades. Hoy todo es distinto, aunque no ha parado de prestar libros a los usuarios de entre los más de 9.000 registros con los que cuenta. La actividad de la biblioteca es distinta pero no ha dejado de prestar servicio. Los lectores asiduos de este servicio no han dejado de hacer uso de él desde que se abrieran de nuevo las puertas tras el confinamiento. Así lo cuenta la directora de la biblioteca María José Pérez, quien asegura que “seguimos teniendo más o menos los mismos usuarios que habitualmente, son lectores muy fieles y ya han cogido su rutina”, explica.
Al día se realizan unos 50 préstamos. “Los libros se dejan ahora cada 20 días, pero casi nunca se agota ese periodo. Ahora nuestras recomendaciones ayudan mucho a los usuarios a la hora de seleccionar un título. Porque seguimos trabajando con cita previa. La gente nos llama, nos dice el título que quieren leer o nos piden recomendaciones. Cuando vienen a dejar los libros ya está gestionado y es todo mucho más rápido. Hay gente que está muy contenta”.
El horario de la biblioteca es de 9:30 a 14 horas y de 17 a 20 horas, ya que ahora en octubre se ha ampliado. “Nos vamos adaptando a la situación”. Han desaparecido las listas de espera para reservar algunos títulos más demandados. “No hay que olvidar que los libros que se devuelven tienen que pasar una cuarentena antes de volverlos a prestar. Por lo que estamos prestando los libros según están disponibles, pero no podemos hacer listas de espera como antes.
Aún no está en servicio la videoteca. “Es algo quue se ha dejado de prestar, al menos de momento, pero sí que funciona a través del servicio que tenemos por internet ebiblio. Muchos usuarios hacen uso de este préstamo online para acceder no solo a los libros, también a películas, series o documentales”, explicó la directora del centro. Tampoco la hemeroteca, un lugar que servía para, sobre todo a gente de avanzada edad, pasar un buen rato leyendo los periódicos del día y revistas de distinta temática. Eso ya no es posible.
Otros servicios como la sala infantil aún no está al servicio ni la sala de ordenadores, que tras el inicio del curso estaban prácticamente todas las tardes con una gran actividad.
Sala de estudio
No obstante se van recuperando servicio. De modo que la Concejalía de Cultura tiene previsto que el próximo día 15 se ponga en marcha de nuevo el uso de las salas de estudio. “Es algo que nos vienen demandando desde hace tiempo pero era imposible abrirlas al público porque no podíamos garantizar ciertas medidas de seguridad frente al COVID”, explicó la concejala de Cultura, Marian MArtínez. Pero esto ya está solventado. “Hemos redistribuido los espacios para garantizar el distanciamiento de los usuarios y vamos a contar con personal de limpieza a mediodía para que se pueda limpiar las salas antes de volverlas a abrir por las tardes”, añadió. Para acceder a estas salas será necesario utilizar la cita previa puesto que el aforo está limitado a 24 personas. “Podrán solicitar el uso en el mismo día o en la tarde del día anterior. Lo que no se puede es solicitar para varios días”.
También se recupera la normalidad en la incorporación de nuevos títulos al banco de publicaciones de la biblioteca. “Estamos ya esperando las novedades”, explicó María José Pérez. Desde la red social de Facebook de la biblioteca municipal, los martes y los jueves, se publican recomendaciones de títulos también disponibles en ebiblio con el fin de que puedan acceder a ellos los usuarios a través de internet.
