En tiempos de pandemia, la Ruta Santibañesa del Tera se presenta como un reclamo para excursionistas, familias llegadas de distintos puntos de la geografía regional, principalmente de Zamora y León que buscan alternativas a permanecer en casa.

La pandemia no ha dejado a un lado la ilusión de los promotores de esta iniciativa. Andrés Miguélez Rodríguez, Agustín Rodríguez Miguélez, Ramón Vega Arenas, Jesús Vara García y Pedro Carro tenían varias iniciativas previstas para este año para poner en valor el valor patrimonial de esta ruta que se han quedado aparcadas y esperan tiempos mejores para poder llevarlas a cabo. Pero no han desistido de seguir mimando los parajes que recorrieron de pequeños y que han logrado recuperar ahora ya jubilados hasta lograr la homologación oficial de este recorrido de 8,2 kilómetros, hace ya más de un año.

La zona del molino, uno de los reclamos para los visitantes de la ruta. E. P.

“El Estado de Alarma nos pilló a cada uno en un sitio, pero siempre que podemos vamos al pueblo. Hemos dejado de hacer las visitas guiadas por el tema del coronavirus pero seguimos cuidando y recorriendo los parajes de esta ruta”, aseguró Agustín.

Uno de los puentes de la ruta de Santibáñez de Tera. | E. P. /

El Ayuntamiento, que figura como promotor de la iniciativa, también ha realizado labores de desbroce en distintos tramos de la ruta, según añadió, y otras de mantenimiento.

Las mejoras han llegado a una de las zonas más vistosas, lo que han denominado El Bosque Encantado, en que otra mujer, vinculada a Santibáñez de Tera, Flora, con colaboración de otras vecinas, ha continuado dando color a varios ejemplares de árboles. El recorrido por estos árboles singulares deja paso a la imaginación entre personajes del Quijote, ranas, flores, y animales exóticos.

Dos caminantes hacia el Bosque Encantado. | E. P.

“Es importante el mantenimiento puesto que cada cinco años vuelve a valorarse el estado de la ruta para poder conservar la homologación oficial y lo que esto supone”, explicó.

Agustín asegura que por norma general la gente que visita la ruta cuida el paraje pero lamenta que “siempre hay alguien que rompe alguna señal o la cambia” y están vigilantes para poner todo al día, aunque este año se está haciendo más complicado por la imposibilidad de poder moverse a sus anchas.

Recorrido por el Bosque Encantado que luce nuevas pinturas. | E. P.

“En el tintero” queda para más adelante el homenaje que habían comenzado a preparar para las 117 personas que lograron que en el año 1920 se pusiera en marcha la fábrica de luz del pueblo y que supuso un motor de desarrollo para la zona. También está en proyecto la creación de un rincón poético en esta ruta.