El cambio climático también tiene efectos adversos en las carreteras y en las vías de los trenes, según un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación del Transporte (TRANSyT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Los responsables de la investigación han analizado los efectos que la modificación de las condiciones ambientales puede tener sobre algunos tramos de las carreteras y vías de tren españoles y han concluido en que en el período comprendido entre 2045 y 2055 las carreteras pueden verse afectadas en un 7% y los trenes en 14%.

Sin embargo, la UPM indica que el impacto no afectaría a trayectos críticos pero la erosión de los terrenos adyacentes, los deslizamientos de la tierra o las inundaciones podrán suponer un incremento de los costes de mantenimientos.

En total, el estudio ha analizado 396 tramos de carreteras y 186 de ferrocarril , la mayoría ubicados en el norte, noreste, este y sur de España y se ha evaluado la posibilidad de que se vean afectados por los cambios de temperatura, precipitaciones o aridez.

"Los problemas causados por el pandeo ferroviario, el hundimiento del cable catenario, el agrietamiento del asfalto o el ablandamiento del asfalto, entre otros, no ocurrirán en los tramos que más contribuyen a la accesibilidad global", ha explicado una de las principales investigadoras, Belén Martín.

En esta línea, tampoco los cambios más importantes en la intensidad de las precipitaciones incidirán de forma alarmante entre los tramos más críticos. Pero si esto ocurre, el entorno será el que se vea más afectado.

"Valores de precipitación más elevados pueden agravar los fenómenos de erosión en las laderas y estructuras, afección a puentes, deslizamientos de tierra y la sobrecarga de los sistemas de drenaje debido a la gran cantidad de arrastre causado por la erosión", ha matizado el también investigador del proyecto, Ángel Aparicio.