La poetisa fermosellana, Iluminada Ramos, ha sacado a la luz su nueva obra literaria, “Entre lunas”, que es un compendio de nanas que se reparten en tres apartados del libro: La sombra de la luna, hilando nanas y la luna suspira nanas.

En conjunto, son más de 130 composiciones poéticas que, en palabras del autor del prólogo, Juan Antonio Panero, “pueden ser susurradas salmodiadas, leídas o cantadas al gusto del consumidor, que serán como siempre la madre o la abuela quien lo haga cuando acurruquen a sus niños sobre su pecho o lo hagan meciendo sus cunas o acostados en sus camillas”.

Y es que, tal como indica la autora, “no son solo para niños”, son obras que sirven a todas las edades y que tienen “en el silencio” uno de los momentos más inspiradores. Son cantos al amor, al tiempo, a la luna, a la madre, a la maternidad y hasta la Virgen de la Bandera de Fermoselle tiene sus versos. “Dejad a la Virgen cantar, que vuestro bravo murmullo, no la deja concentrar” es el comienzo del poema “Ríos, callad un ratito”.

Portada del libro. | L. O. Z.

Portada del libro. | L. O. Z.

Es un poemario, con algunos villancicos incluidos, con una gran carga de intimidad, de sentimiento, de recogimiento y de espiritualidad, en casos, emergidas en esos momentos de pensamiento que son los preámbulos en que la mente se rinde por completo al sueño. “Es un libro elaborado durante mucho tiempo y se ha labrado pensando en las necesidades que uno tiene, al llegar a una edad, de la necesidad de cantar una nana” expresa Ramos, que además tiene en sus nietos, Roberto y Vera, “el aliento de mis años venideros”.

Un niño y una niña en un mirador de Fermoselle. | Cedida

Sabemos de la necesidad de las abuelas de cantar las nanas a los niños, no solo ahora. Durante los ancestros la abuela, que no sufre el parto, es la que recibe a los bebés sin dolor; es el regazo que recoge al niño y quien canta la nana” manifiesta Iluminada Ramos, que enfatiza el hecho de que el primer poema del libro, titulado “dos cunas”, está dedicado a los dos nietos -niño y niña- nacidos a la vez y que me han venido de madre”, y a quienes colman “de nanas y cuentos”. Aunque declara una cierta inclinación “a los poemas cortos”, de solo una estrofa o poco más, esta obra es un trabajo de poemas de extensiones limitadas, como los productos exquisitos. “Hay nanas típicas, con el ritmo clásico”, pero también hay estructuras poéticas abiertas a la versificación o al énfasis que ponga de su parte el narrador por la recitación es un arte.

Las ilustraciones del libro, que incluye algunos dibujos propios de la autora, son de la diseñadora Carmen Prieto Anta. La presentación de la obra se ha visto demorada por los imperativos de la pandemia que afectan a las reuniones y a aspectos de recitación pública donde la poesía adquiere su verdadera expresión de presentación en sociedad.