A las doce del mediodía comenzaba ayer en Monfarracinos el cribado masivo en busca de casos de COVID-19, el primero de los que se llevarán a cabo en la provincia de Zamora. La delegada territorial de la Junta de Castilla y León, Clara San Damián, anunciaba que Sanidad pretende practicar estos testeos generales en otras zonas de la provincia, que se irán anunciando “en función de la evolución de la pandemia y también de los índices en cada Zona Básica de Salud”.
Esta primera experiencia permitirá a las autoridades sanitarias conocer a partir de esta tarde, a las 18 horas, cuál es la incidencia del virus entre la población de la Zona Básica de Salud “Zamora Norte”, la elegida por la Gerencia de Salud de Área por su preocupante situación “epidemiológica”. Zamora Norte comprende la mayor parte de la comarca de la Tierra del Pan, un total de 24 municipios y 30 localidades diferentes, aunque para este cribado se añadió a dos pueblos más: Pajares de la Lampreana y Cerecinos del Carrizal. Las 32 localidades suman algo más de 7.000 cartillas sanitarias, sin embargo, están excluidos del cribado los menores de 12 años y las personas que hayan pasado el COVID-19 en los últimos tres meses.
Pero el fin principal del cribado masivo es detectar a los contagiados asintomáticos para que se puedan autoconfinar en sus domicilios y evitar que contribuyan a la extensión del virus por la provincia de Zamora. “Muchas personas que están yendo a trabajar, moviéndose por la provincia, se rodean de las personas que en el día a día las acompañan y no saben que están contagiadas. Ese es el objetivo, detectar qué personas tienen el virus y no lo saben”, expresaba San Damián.
Para que el cribado sea útil es imprescindible conseguir una participación masiva de la población convocada. Por eso durante toda la semana, desde la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León se han puesto en contacto con los alcaldes de los 26 municipios afectados “para que movilizaran al máximo a todos sus vecinos, teniendo en cuenta que la evidencia pone de manifiesto que hay mucho asintomático que desconoce que lo es”.
Además, se animó a los ayuntamientos a facilitar el desplazamiento de las personas que carecen de transporte privado para llegar desde sus pueblos a Monfarracinos. Algunos alcaldes decidieron contratar autobuses que llevarán a aquellas personas que no tienen coche, como los diez vecinos de Molacillos que llegaron a las doce y cuarto al pabellón de deporte de Monfarracinos en un autobús habilitado por su ayuntamiento, de 55 plazas, para que se pudieran guardar las distancias de seguridad con mayor garantía.
Hoy a las diez saldrá otro autobús desde Coreses con un pequeño grupo de personas. En otros municipios han optado por el servicio de taxi. En cualquier caso, Sanidad garantiza que todos los que lleguen en este tipo de transporte serán atendidos a la vez, y no en la hora que les corresponda según sus respectivos apellidos.
Sin embargo, el coche fue el medio de transporte más utilizado por la inmensa mayoría de zamoranos que ayer se sometieron a la prueba del COVID en el pabellón de deportes de Coreses. En la franja horaria de 12 a 15 horas se atendía a los vecinos de los 32 pueblos cuyos apellidos empiezan por las letras A, B y C. Tres horas para cerca de un millar de convocados, pero la mayor afluencia se registró en los primeros minutos. El primero a la cola era un jubilado de Cubillos que había llegado a Monfarracinos antes de las 11. Cuando el pabellón de deportes abrió sus puertas a las 12 había más de cien personas esperando detrás de él, formando fila en la acera de la calle Andrés Cid.
Protección Civil, el Ejército de Tierra y la Guardia Civil han habilitado el pabellón y sus alrededores para garantizar las distancias sociales y todas las medidas higiénico-sanitarias. El recinto está dividido en seis líneas, y en ningún momento hay más de diez por línea haciendo cola. De esta forma, el pabellón nunca se llena para evitar que se pueda producir ningún contagio en el interior. Fuera del recinto, los agentes y los militares velan que se cumplan las distancias y no se generen tumultos. Las personas con problemas de movilidad son atendidas con preferencia, sin necesidad de colas.
En menos de una hora los positivos por COVID-19 reciben un aviso telefónico
La rapidez con la que los sanitarios tomaban las muestras permitió que la cola que se había formado a las doce del mediodía de ayer desapareciera en cuestión de minutos. Todos los usuarios que llegaban a partir de las doce y media eran atendidos prácticamente al instante.
La organización en cadena permite que un un trabajador tome los datos y el número de teléfono del paciente, y a continuación otro recoja la muestra introduciendo un hisopo por el orificio nasal.
Las muestras se someten al test de antígenos de segunda generación que arroja un resultado en cuestión de minutos. Los positivos reciben antes de una hora una llamada telefónica avisando de su condición, para que se confinen en sus domicilios. Los que no tienen noticias, ya saben que han dado negativo.
Hoy sábado deberá participar en el cribado más de la mitad de la población de Zamora Norte. De 10 a 12 se ha convocado a los vecinos cuyos apellidos empiezan por G, H e I; de 12 a 14 por J, K, L y M; de 14 a 16 horas aquellos con apellidos que empiezan por N, Ñ O, P, Q y R; y de 16 a 18 horas, el resto hasta la Z.
La detección de todos los asintomáticos de la comarca, y su confinamiento durante unos días, debería ayudar a bajar la incidencia de COVID-19 en esta Zona Básica de Salud a partir de la semana que viene.
GALERÍA | Así se está desarrollando la segunda jornada del cribado en Monfarracinos.
