Los cuentos se convirtieron en los grandes protagonistas del curso "Literatura infantil. Imaginación y creatividad", que congregó a maestros de educación infantil y primaria en las instalaciones del Centro de Formación del Profesorado e Innovación Educativa (CFIE). El taller se alargó durante tres jornadas, con la participación de la ilustradora Violeta Monreal Díaz y el docente y escritor Antonio Rubio Herrero.

La asesora de Fomento de Lectura en el CFIE, Esther González, agradeció la presencia de estos dos profesionales. "Han dado a conocer su trabajo y la forma que tienen que contar historias, algo que ha llenado a los participantes, descubriendo también sus libros y aprendiendo dinámicas y herramientas para poderlas utilizar en el aula después", resumió.

Los cuentos han superado siglos y épocas. "Son positivos en todas las edades, pero es cierto que se deben potenciar desde la infancia, porque la palabra cuenta con una sonoridad y una importancia también al nivel de las emociones, con lo que es capaz de transmitir muchas cosas", aseguró González, quien animó a que los padres continúen leyendo cuentos a sus hijos porque "se crea un vínculo afectivo muy especial", subrayó.

Desde su experiencia, Antonio Rubio se calificó como un "enamorado" de la literatura. "Considero básica y primordial la tradición oral. Los niños siempre se han educado en el ámbito de lo poético, desde que nacen, cuando escuchan el latido de su madre. Ese tic-tac es su primera onomatopeya", argumentó.

Como ejemplos, el experto aseguró que el niño se hace un esquema corporal poéticamente, con rimas para pellizcar, balancearse, jugar al caballito o comenzar a caminar. "Somos auténticos homos poeticus", afirmó, añadiendo que se pueden recuperar vestigios tanto por escrito como orales de la pedagogía oral con la que se ha educado a los niños y que no debe perderse en la actualidad. "La palabra, el ritmo, el juego y el movimiento son esenciales en este proceso", indicó. "Y ello también ayuda a la convivencia, a fomentar valores sociales y a aprender a respetar las tradiciones", aseguró Rubio.

Se trata de un bagaje que no debe perderse. "A veces parece que se aleja, así que en nuestra mano está el potenciarlo para que esa oralidad continúe viva, como el sentido poético de la vida y de la persona", animó Esther González, quien reconoció que los docentes tienen esa misión.

Apoyó este cometido su compañero Antonio Rubio, señalando que "desde que el niño nace hasta que el anciano muere, se le lleva cantando y balanceando". Y los juegos infantiles tienen también ese objetivo. Aunque parezca que están en decadencia, recordó las palabras que le transmitió la pedagoga Ana Pelegrín, quien le aseguró que lo que iba a ocurrir era quizá un cambio en los textos, "pero que los niños seguirían viendo la estructura poética, que ese valor perviviría, desde los ecos hasta las rimas, pasando por las preguntas y respuestas o la enumeración que se observa en tantas canciones infantiles", mencionó.

Por ello, no teme la hegemonía de las nuevas tecnologías entre las generaciones más jóvenes. "No me gusta entrar en polémicas con lo tecnológico, porque lo único que provocan este tipo de batallas es que todos terminemos perdiendo", argumentó conciliador.

Este curso 2019-2020 los centros escolares zamoranos se preparan para celebrar las séptimas jornadas de Fomento de la Lectura -que se organizan cada dos cursos- y este taller de formación es un adelanto de una serie de actividades que comenzarán el próximo mes de marzo, con numerosas sorpresas y nuevas iniciativas que tendrán a los libros como protagonistas de la educación.