La salsa pesto es una de las mayores exportaciones italianas y, por ende, un ingrediente omnipresente en la cocina casera diaria de todo el mundo. Elaborada con albahaca fresca, piñones, aceite de oliva, ajo y queso parmesano, esta salsa tiene un sabor tan potente que con tan sólo una pequeña cantidad podemos aderezar un buen cuenco de pasta. Es por ello que un bote de pesto da mucho de sí y que si tenemos a mano ideas para su uso podremos sacarle el mayor partido antes de que se eche a perder.

A continuación, os presentamos una breve lista de los usos que le podéis dar a la salsa pesto antes de que caduque.

1. En pizza

En vez de utilizar la habitual salsa de tomate como base de la pizza, empieza a emplear la salsa pesto. Eso sí, úsala con mesura, extendiendo sólo una fina capa sobre la base, porque es potente y puede enmascarar el sabor del resto de ingredientes. Puedes combinarla con un cremoso queso de cabra, berenjena y albahaca fresca y obtendrás una deliciosa pizza 100% vegetariana.

2. Como condimento

Toma un poco de queso tierno, un puñado de palitos de pan y un par de cucharadas de pesto y tendrás los ingredientes de la brocheta más fácil del mundo. La combinación de la salsa y el bacon crujiente hará las delicias de quién lo pruebe.

3. En puré

Si quieres salir del paso y preparar una comida en poco tiempo, solo tienes que mezclar unas cucharadas de salsa pesto con el puré de patata clásico y servirlo con unas salchichas o con un par de pechugas de pollo.

4. En pan rallado

Mata dos pájaros de un tiro y combina el pan rallado con un poco de salsa pesto para empanar, por ejemplo, filetes de merluza, bacalao o rodaballo. Le darás un toque distinto al plato y, además, pasado por el horno quedará que te mueres.

5. Como adobo o aderezo

No tengas miedo y, en vez de utilizar la pimienta como aderezo o para adobar la carne, el pescado o las verduras, emplea la salsa pesto. En algunos casos, el pesto dominará los sabores delicados, mientras que en otros solo mejorará la calidad del plato. El pollo es un compañero natural de este tipo de salsa, junto con los tubérculos, la calabaza y los champiñones.

6. En tortilla

El pesto y los huevos son una combinación ganadora, pero ojo, que hay que usar esta salsa con moderación, ya que realmente puede dominar un plato. Si no deseas un acabado verde, puedes añadir este ingrediente por encima una vez finalices la tortilla. Al contrario, si lo que deseas es que el plato pierda el color amarillo, puedes agregar una pizca de pesto desde el principio.