Así vamos por la vida. Y lo que nos queda. Y todo por culpa de todos. Unos más que otros, todos hemos contribuido a ir de mal en peor. Y no me consuela eso de que no somos los únicos, pero somos. Me gustaría que fuéramos los únicos en todo lo bueno y positivo, no hay forma. Los cierres siguen produciéndose a diario. Una de las firmas más prestigiosas, una de las firmas punteras, una de las firmas emblemáticas, un icono de la calidad, Cristalerías Lantarón, cierra sus puertas. Puntales del buen comercio, de la seriedad, de la honradez y del buen hacer que pasan a engrosar la historia que sin duda hablará de la familia Lantarón y de esta empresa en términos elogiosos. Siento enormemente este cierre. Quizá se podría haber hecho algo para evitarlo. A veces da la sensación de que hay manos negras moviendo los hilos. Volveré sobre el tema.

Otra residencia de mayores, la que se ubica en la localidad de Roales, con problemas de Covid. Una cuidadora, una trabajadora del centro ha dado positivo. Se han encendido todas las alarmas. Desfile de vehículos la otra noche ante sus puertas. Algo querría decir. Las residencias de mayores no pueden convertirse, otra vez, en un foco de contagios. Tiene que haber un protocolo de actuación que evite estas y otras situaciones peores. No me extraña que con muy buen criterio, la Fiscalía haya pedido datos a las residencias que se encuentran en peor situación por si se hiciera necesaria su intervención. Hay que hacer algo. Hay que impedir es que se conviertan en un matadero para las personas que conviven en ellas. Más sensibilidad al respecto no nos vendría mal.

Encima, el azar o vaya usted a saber, chiscó una nave de Cobadu y armó un zapatiesto con muchas llamas y mucho humo. Si le pasa algo a Cobadu le pasa a toda Zamora. Es nuestra empresa más internacional. Sería terrible si también la perdemos. Menos mal que sus cimientos son consistentes y la gestión de Rafael Sánchez Olea muy eficaz, lo suficiente como para seguir haciendo camino esperanzados. Menos mal que de lo malo, malo, Toro ha entrado a formar parte de la Red de Pueblos Mágicos de España. Más promoción y más difusión de los recursos de la ciudad que son tantos. Me alegro por Tomás del Bien. Quizá esta sea la única noticia positiva en medio del fragor de tanta mala noticia como nos sacude todos los días y que nos deja temblando, con epicentro en el sentimiento de cada zamorano. Vamos de mal en peor.