Opinión

Adivina quién viene esta noche

CARTAS

CARTAS

Laboriosas, empáticas, modélicas personas que con conocimiento de causa asumen voluntariamente responsabilidades de todo tipo y naturaleza a las que legalmente no están obligadas, es decir, maduras, suelen tener comportamientos incoherentes y contradictorios.

Es curioso que la información de naturaleza cultural sirve a algunas personas (quizá bastantes más de las que fuera de desear por los impedimentos, dificultades, problemas que plantean en las relaciones humanas, en la convivencia, en el trabajo en equipo) para ahondar en su talante, predisposición y afición a lo teatral; es decir, que manifiestan normalmente una supuesta superioridad sobre los demás que no tienen, más bien lo contrario, un pensamiento, que es todo lo contrario de su comportamiento real, bastante decepcionante, incoherente, en lo que respecta a lo que debiera ser para lograr, al menos mínimamente, el cumplimiento digno de sus obligaciones profesionales, ciudadanas, familiares.

Todo ello es consecuencia de las grandísimas debilidades del ser humano; lo que a veces hace dudar del "buen hacer" de su Creador; y de la irresponsabilidad que manifiesta al no procurar, dentro de lo posible, compensarla, evitarla, en base a la reflexión y puesta en acción de las tareas, de las medidas, del esfuerzo, del trabajo, para así lograr una mejora personal y de la sociedad donde está incardinada; lo que compete a todos, siempre.

Se suele "cacarear" de "liberal", es decir de que se entiende, comprende, comparte, las ideas, la forma de ser, el talante, las características físicas de los demás; pero que, cuando inciden en el ámbito propio, personal, el comportamiento que se adopta "es otro cantar", sorprendiéndole, por ejemplo, la posible decisión que un ser allegado pudiera adoptar, y si poniendo cara de "alelada" y dificultándola por no ser de los "nuestros".

La "enclenque" educación; suponiendo, a veces mucho suponer, que algo de ella exista, a las pruebas y evidencias del "día a día" me remito; provoca ineptitud profesional, política, funcionarial, sindical, familiar, ciudadana, de relaciones humanas.

Esperemos que, con suerte, es que "la esperanza es lo último que se pierde", que las próximas generaciones, tengan la suerte y el sentido común para evitar "fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan", el ser "efectista, exagerado y deseoso de llamar la atención" y sí comportarse con "generosidad, desprendimiento", "dotado de las cualidades que provienen de la cultura o instrucción", con "cortesía, urbanidad".

A título de ejemplo, estén preparados para cuando se presente la "advenediza/o", no se haga el ridículo, el menosprecio, la soberbia, que son actitudes que quedan grabadas "per saecula saeculorum", y que "fotografían" el talante "ruin" de quienes así proceden.

La oscarizada película de Stanley Kramer, "Adivina quién viene esta noche"; con la magistral, y última interpretación de Spencer Tracy, como la de los otros actores intervinientes; especialmente en lo que manifiesta, según el magnífico guion de William Rose, su monólogo en la última secuencia, que es magistral, que "pone la guinda" a su brillantísima carrera actoral; es de visionado…

De nada.

Marcelino de Zamora

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