Patricia McGill, protagonista de los "Cuentos Eróticos": “La narración oral aún no está preparada para dar el salto a Internet"

–¿Qué va a ofrecer ante el público zamorano?

–Será una sesión de cuentos que se llama “Cuentos Erráticos”. Siempre me ha costado mucho preparar una presentación entera de narraciones eróticas, y esta vez, cuando me lo comentaron pensé que a lo mejor ya estaba preparada. Algunos de los cuentos los he incluido desde hace tiempo en mis sesiones, pero intercalados con otros, y en resto son más propios para este evento. Ya los tenía pensados y trabajados, pero no los había incorporado a ninguna sesión completa.

–¿Nota que cada vez hay un interés mayor por los cuentos eróticos?

–Creo que siempre lo ha habido, porque cuando se habla de cuentos eróticos se despierta curiosidad, pues el erotismo es, ante todo, eso. Pero si les pides a cada persona que lo defina, saldrán cosas muy diferentes en función de quien lo haga. Entonces, cada vez que me planteo hacer cuentos eróticos, pienso si lo son para el que tengo delante.

–Habitualmente narra para un público infantil.

–En este trabajo, la mayor parte, al menos en Cataluña y creo que prácticamente en todas partes, nos dedicamos a público infantil y juvenil. Ahora hago algunos proyectos específicamente para institutos, y las narraciones se destinan al público joven, quizá porque cada vez hay más actividades de todo tipo para los niños y les queda poco tiempo para ir a escuchar cuentos. Eso no significa que cuando se encuentran con ellos no los disfruten tanto como nosotros.

–¿De dónde nace su interés por los cuentos eróticos?

–Nace de mi interés por los cuentos en general. Los temas que se tocan en estos son universales, y siempre se busca lo que más conmueve. En mi caso, me gusta el humor y lo surrealista, y todo lo que haga siempre estará teñido de eso, sea erótico o no.

–¿Cómo reaccionan los espectadores ante este tipo de literatura?

–Yo creo que bien. Siempre me he divertido contando, y creo que el secreto de que el público reaccione positivamente es que uno disfrute contando las historias, que resuenen en ti, pero también en el público; cuando sucede algo especial entre tú, la historia y el público.

–¿Qué ha supuesto la pandemia para usted?

–Ha sido una experiencia de reflexión. Otros compañeros se pusieron a experimentar con plataformas de internet. Yo, en ese momento, tenía entre manos algunos proyectos con niños muy pequeños, prácticamente bebés, y me negué a hacerlo a través de la red. Acepté hacer otras sesiones para niños más mayores, a modo de prueba, pero no me sentí cómoda ni me pareció que el mundo de la narración oral esté preparado para dar ese salto. Creo que en internet hay ofertas culturales maravillosas a las que el público tiene acceso, pero los cuentos no están preparados, quizá en breve lo estén. Para mí, uno de los componentes de la narración es el contacto directo con la gente y lo efímero, que es algo que no tiene precio, que te obliga a estar en ese instante, pasa y después llegará otra cosa.

–El hecho de poder realizar el Festival de Cuentos Eróticos, con aforo reducido, ¿favorece esa cercanía?

–Lo de hoy es una maravilla y un milagro dentro de la situación actual. A pesar de las distancias y el uso de las mascarillas, es preferible estar cerca unos de otros y estar viviendo en el mismo espacio y tiempo. Cuando me llamaron, me puse muy contenta porque es una excepción dentro de lo que se está dando en este momento. En Cataluña, hay algunos espectáculos, pero también se han suspendido otros muchos, sobre todo en las ciudades. Yo, que vivo en el campo, puedo seguir haciendo proyectos porque es más fácil controlar las distancias y el aforo.

–¿Qué espera de esta noche?

–Espero disfrutar y que la gente disfrute, y espero placer.