Imagen promocional de su primer trabajo en estudio. | Titis Twister

Están deseando subirse a los escenarios para hacer bailar y saltar a su público pero, mientras la nueva normalidad restrinja los conciertos, habrá que conformarse con escuchar su primer trabajo en plataformas digitales. Son las Titis Twister, un grupo de música formado exclusivamente por chicas que aportan aire fresco al panorama musical zamorano con su estilo propio, que denominan como “monster rock”.

La banda es nueva, pero las mayoría de sus componentes son “viejas conocidas” de otras agrupaciones locales, como Huckleberry o Trifásicos Ye-yé. Se trata de Rebeca Mostajo (melódica y teclados), Elisa Encinas (batería), Cecilia Serrano (teclados), Laura Vicente (bajo) y Marta Villalva (guitarra eléctrica). La mayoría de ellas tiene experiencia como vocalista y lo demuestra en el grupo, puesto que todas ellas también cantan y hacen los coros. Pero, yendo un paso más allá, con Titis Twister se han atrevido a conquistar también los teclados, la batería, el bajo, la guitarra eléctrica e incluso la percusión, sin miedo a experimentar y dar nuevos pasos, puesto que todas se han subido ya a menudo a los escenarios con sus respectivas formaciones.

Para conocer el origen de este grupo hay que remontarse al pasado año, cuando se celebraron las I Jornadas Mujer y Música Mubaza FEM en marzo de 2019. “Una de las actividades consistía en una especie de jam session conjunta, en la que participábamos veinte artistas de diferentes estilos y nos preparamos canciones de la música más alternativa compuestas por mujeres, para hacer un directo en La Cueva del Jazz”, recuerda Elisa Encinas, una de las componentes del grupo.

El azar hizo que se juntaran estas cinco músicas, que convencieron al público con su selección para ese original concierto dirigido por mujeres. Un tema de Wanda Jackson, pionera del rockabilly, y otro de la italiana Caterina Caselly, famosa en la época yeyé. “Nos lo pasamos pipa en los ensayos y disfrutamos un montón, así que nos gustó tanto el resultado que decidimos no disolver el grupo”, subraya Elisa Encinas, poniendo en evidencia que la conexión fue total.

Esa pasión y ganas de divertirse con la música dio como resultado, tan solo un año después, la grabación de su primer EP, “Ocean Cucumber” en los estudios zamoranos de Minus Zero y bajo la supervisión del productor Edu Jerez. Contiene cinco temas originales —cuatro en inglés y uno en español— con música y letra de todas ellas. “El disco es una muestra del sonido que hemos estado escuchando a lo largo de este año de conciertos y ensayos”, señala Encinas, batería y vocalista.

Esta semana se estrenaba el trabajo en las plataformas musicales pero en pocos días se podrá tener también en formato físico, con el diseño de una de sus componentes, Laura Vicente, la bajistas del grupo, que refleja ese estilo que tanto les gusta, inspirado por el cine de serie B, la ciencia ficción y el terror de los años 50.

Emocionadas con cumplir uno de sus sueños, ahora solo desean que se “relajen” las medidas de seguridad para poder presentar en directo este trabajo.